Bichos de Campo publicó días atrás un listado de las regiones del país que, según el “Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático” elaborado por el gobierno, deberían ser objeto de políticas de conservación que podrían condicionar las actividades productivas que allí se desarrollan. La publicación, obviamente, trajo temor a muchos productores que podrían verse afectados por este avance concreto de la política ambiental sobre sus predios agropecuarios. Pero en este texto, Alejandro Diego Brown, el presidente la Fundación Proyungas, cree que los políticos y el sector agroalimentario deberían ver esto como una posibilidad de congeniar conservación y producción en un nuevo modelo de desarrollo.